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"El Dalai Lama dice que hacen falta seres 

que cuenten historias,

decidí que ese será mi granito de arena..."

Cuentos orientales sobre filosofía y vida.

Lección 1:


Es muy sencillo... lo que más necesitas es ser quien realmente eres, el resto es vanidad.



 

Preguntó el Maestro: ¿qué hace útil a una vasija? ¿qué la hace valiosa?
Contestó el alumno: el material de que esta hecha.


No- replicó el Maestro

¿la belleza de sus adornos?-intentó el alumno


Contestó el Maestro: No. El vacío, sin eso no serviría por muy hermosa que fuera. Ese vacío la hace lo que es y es más importante que cualquier otro adorno que pueda poseer. ¿TU QUE ERES? ¿cual es tu función en este mundo? ¿eres una vasija muy adornada? Entonces dejaste de ser útil, de ser lo que tenías que ser y te convertiste en un adorno, que se admira, que se coloca en un lugar y se celebra, pero que jamás se realiza.


Lección 2:


Preguntó un día el maestro: ¿qué es más importante Ser, deber, hacer o tener?
Un alumno contestó: el deber. La obligación para con mis padres, mi familia y la sociedad.


El Maestro corrigió: ¿Entonces vives para los demás? ¿vives la vida que los demás quieren que vivas?


Otro alumno respondió: el hacer, lo que necesito para vivir, trabajar, superarme, así puedo mantener mi existencia y alcanzar un lugar honorable en la sociedad.


El Maestro reviró: ¿entonces vives para alimentar  tu cuerpo?¿acaso sólo eres un conjunto de necesidades físicas? ¿Qué diferencia hay con un animal?


El alumno del inicio regresó a la carga: ¿tener? 


¿poseer? ¿Qué puedes poseer realmente?-preguntó el Maestro- El dinero va y viene, las cosas se degradan y desaparecen, se descomponen. ¿una persona? Imposible. Ni esclavizándola la poseerías realmente. Su mente, su corazón jamás te pertenecerán. Tener te lleva a la desesperación, porque jamás llegas a poseer nada realmente, sólo la angustia de un círculo que jamás va a terminar.


Otro alumno intervino: pero a mayor cantidad de posesiones mayor respeto y aceptación.


Cuando miro al espejo me veo-dijo el Maestro mirándolos a los ojos- ahí encuentro todo lo que amo y lo que poseo, no necesito que venga alguien y me diga lo mucho que me admira o respeta, puesto que yo mismo veo en el espejo a un ser que admiro y respeto, lo amo y lo acepto, por todo lo que es, y su ser se manifiesta…y crea… y convive… y crece…y se transforma día a día, sólo porque existe, porque al manifestarse es lo que debe ser. Y al mirar al espejo me amo y me acepto y mi único deseo es poder ser otro día quien soy, sin máscaras, condiciones, angustias  o intimidación, y entonces siento el reconocimiento y el amor más importante de todos.


¿Cuál? –preguntó el grupo de jóvenes


El Maestro sonrió y dijo: el de Dios.


LECCIÓN 3


Un día uno de los alumnos se sentó en la entrada de la escuela, después de ver el mundo por unas horas se echó a llorar.


El maestro regresaba de la calle y le preguntó:


-¿Por qué lloras?


-He visto el mundo, y es horrible, no quiero volver a salir de la escuela. Me quedaré aquí para siempre.


-¿por qué no mejor cambias al mundo?


-Eso es imposible.



-Nada es imposible. Por cierto ¿dejarás a tu familia y te quedaras siempre en la escuela?



-Aquí es seguro, aquí es hermoso y tranquilo.



-Entonces tú también estás haciendo el mundo horrible. Regresa a tu casa y vive como se te enseña cada día, si el mundo está enfermo y lo notaste, tu deber es hacer algo.


-Tiene razón, predicaré las enseñanzas de la escuela con mi familia y con mi barrio.


-No. Simplemente ve y vive tu vida como se te ha enseñado. Yo también quiero cambiar al mundo, hoy me levanté de la cama, abracé a mis hijos y esposa y les dije que los amo, salí y vine a cumplir con mi trabajo, y regresaré a mi casa a ayudar a mis hijos con la tarea y abrazar a mi mujer un rato en la tarde. Estaré ahí presente. Consciente de que cada acto tendrá una consecuencia mañana.


-¿y el futuro y el mundo?


El maestro caminó hacia dentro de la escuela, tomó una escoba y empezó a limpiar el patio. Un trabajo que sólo hacían los novatos,  los que pasaban por pruebas para saber que tanto deseaban alcanzar la sabiduría. Cuando los demás alumnos llegaron, saludaron, tomaron escobas  y sin preguntar ayudaron a limpiar el patio. Al final del día todos los alumnos se sentaron alrededor del maestro. Reían y el mundo parecía más hermoso. El maestro de repente preguntó “¿cómo podemos cambiar el mundo?” Y el alumno que había llorado contestó “con nuestro ejemplo”.

Lección 4


Capítulo 53 del Tao te King:

“…La corte es muy limpia y está bien provista, aunque los campos están yermos y llenos de malas hierbas; ¡y los graneros están completamente vacíos!


Llevan ropas lujosas, portan afiladas espadas, se hartan de comida y bebida ¡poseen más riquezas de las que pueden disfrutar! ¡son los heraldos del latrocinio!

En cuanto al Tao, ¿qué pueden saber de él?”


Al terminar de leer un alumno comentó:  Maestro, entonces debemos despreciar todos los bienes terrenales.


No, lo que debes despreciar es el deseo de poseerlos, la ansiedad que produce el consumismo- respondió el Maestro-Cuando los dejes de desear ellos llegarán, porque igual que la naturaleza manda  alimento para el pájaro cuando lo busca, para aquel que sigue el camino llega el pan cuando lo busca. Y  así como el pájaro satisface sus necesidades y echa a volar, el practicante usa, satisface y continúa. Si el pájaro acumulara el alimento entre sus alas ¿Cómo podría volar de nuevo?


LECCION 5


Un día un joven que terminaba su instrucción pasó a despedirse del maestro.
El Joven aprovechó para preguntar: Maestro necesito un consejo ¿cómo debo escoger a mi futura esposa?


El Maestro sin mirarlo le dijo: escoge a la más bella.


Pero eso va en contra de las enseñanzas…-contestó el Joven sorprendido.


El Maestro lo invitó a sentarse y le comenzó a narrar:


Un día mi Maestro nos puso una prueba, con los ojos vendados nos hizo salir a caminar por las calles del pueblo. Yo tuve la mala suerte de caminar muchos kilómetros, hasta acercarme al Barrio de Tahalar y los chicos de aquel barrio se burlaban de mi, me hacían bromas y un par de veces caí en el lodo. Lloré. Estuve a punto de quitarme la venda y regresar derrotado a la escuela. Sin embargo la voz de una chica me consoló y me tomó de la mano. Enfrentó a  los chicos y me ayudó a regresar a la escuela guiándome con paciencia.


Tres días después yo no podía sacar de mi cabeza esa voz, regresé al barrio y pregunté, el dueño de la tienda más grande me indicó que una de sus hijas me había ayudado, le dije que quería verla con intenciones serias.


Entonces las puso a las 4 enfrente de mi, todas igual de bellas, todas jóvenes y todas risueñas. Dijo que si reconocía a la que me había ayudado podría verla como novio. No quería que un estudiante pobre pretendiera a su hija, así que con esa prueba probaría si el destino deseaba que su hija fuera mi novia y si la sabiduría me alcanzaba para reconocerla.  Ellas no podían hablar ni tocarme. Le pedí verlas una a una con la condición de que  pasarían de una habitación a otra sin poder platicar entre ellas.


De entre mis ropas saqué un delicioso postre de frutas secas, yo había comprado varios gastando los ahorros de muchos meses para agradar a la chica cuando la encontrara, un lujo para un estudiante humilde. Entregué uno a la primera. Se sonrojó y salió riendo con el dulce. Hice lo mismo con la segunda, me vio de arriba abajo sorprendida de que alguien tan humilde trajera un regalo tan caro, tomándolo lo comió frente a mí con un dejo de desprecio  y salió después. La tercera lo comió y extendió la mano pidiendo más. La última lo vio y sorprendida me miró a los ojos,  lo partió en tres partes, dio una a su padre, otra lo comió y la última la puso en mis manos invitándome a comerla, salió de la habitación tan natural como entró. A ésta  pedí permiso para verla como novio.


El padre sorprendido accedió pues había acertado.


¿Cómo supo que era ella? -Preguntó intrigado el alumno


- Muy fácil tenía los mismos encantos que cuando la conocí, bondad y humildad. ¿acaso  no era la más bella?



LECCION 6



Platicaba un día el Maestro con uno de sus alumnos más jóvenes:
 

Alumno: Maestro ¿Cuál es el camino que debo seguir para alcanzar la iluminación?
 

Maestro: El que te corresponda
 

Alumno: ¿Qué debo hacer?
 

Maestro: Todo y nada, aprende, ayuda, trabaja, ama, vive.
 

Alumno: Pero en específico, ¿Qué debo hacer? ¡quiero alcanzar la iluminación! Necesito algunas instrucciones.
 

Maestro: Vive tu vida, deja de buscar, piensa correctamente, habla correctamente, actúa correctamente. La iluminación llegará…
 

Alumno: ¿y no hay sacrificios?
 

Maestro: ¡ah claro! El más difícil de todos, tienes que aceptar tu vida y vivirla haciendo el mejor de tus esfuerzos en cada acto, cada palabra y cada pensamiento, y al llegar el final del día aceptar que puedes hacerlo mejor, y al otro día hacerlo. Al mismo tiempo comprenderás que los demás luchan igual que tu y que hacen lo mejor que pueden, aunque a veces no sea a la vista de todos lo mejor, entonces dejarás de juzgarlos y culparlos.
 

Alumno: ¿y no existe una prueba mortal? ¿algo más complicado? ¿algo épico?
 

Maestro: No, sólo esa, y créeme es mortal, pregunta a tu ego.
 

Lección 7
 

Uno de los alumnos más antiguos de la escuela se acercó al maestro.
 

Maestro ¿Cuándo me darán el grado? He pasado todos los exámenes, sé de memoria todos los libros, no existe un solo verso que no recuerde. –muy molestó agregó- Además conozco los comentarios y las reflexiones que han hecho otros eruditos.
 

¿y tu práctica? –preguntó el Maestro sin voltear a verlo
 

- Medito todos los días al levantarme y al dormir, rezo con fe mis oraciones  y las enseño a otros para llenar de paz su vida.
¿y tu práctica?- volvió a preguntar le Maestro mirándolo sin enfado.

 

- pues ya le he dicho, no entiendo porque a otros ya le dieron el grado y a mí no.
El maestro caminó hacia el jardín y tomó un caracol de entre las hojas. Regresó hacia el alumno y le pidió que tomara una gran bolsa de viaje llena de los víveres que consumían los Maestros que vivían de planta en la escuela.

 

Poniendo en la mano del alumno el caracol le dijo:  Tienes prohibido quitarte la bolsa, mañana vuelve y te explicaré, de igual forma toma al caracol y cuídalo hasta mañana. Obsérvalo.
 

Molesto el alumno hizo lo que se le ordenaba, al otro día le reclamó:
 

-esto ha sido una molestia, he tenido que cargar estos kilos espantosos de arriba abajo y sin ninguna finalidad precisa, yo sólo quiero saber ¿Por qué si soy tan buen estudiante no se me da el grado?


El maestro respondió:

 

“El caracol lleva su carga en la espalda, pero no le pesa porque es parte de él, en ella vive, crece y se protege, ella lo obliga a ser lo que es y no se entendería uno sin el otro, cada acto de su vida está determinado por la casa que lleva a cuestas, que más que un peso es una ayuda para escoger el camino y caminar. No hay caracol sin casa aunque si puede haber casa sin caracol, pero ¿para qué serviría?. Lo mismo pasa con la sabiduría…
Tu sólo cargas una pesada bolsa.”



Lección 8



Tao te King capítulo 12 “los cinco colores ciegan el ojo, las cinco notas nos ensordecen, los cinco sabores empalagan el paladar, la carrera y la casa enloquecen la mente, los objetos preciosos tientan la hombre a hacer el mal. Por eso el Sabio cuida el vientre y no del ojo...”


Un día el maestro pidió a todos los alumnos que trajeran su postre favorito para compartir con la clase. Al día siguiente los sentó y les hizo compartir el postre, todos empezaron felices y ávidos, sin embargo eran muchos alumnos y todos llegaban a la mitad del salón y no podían continuar probando, el Maestro los forzaba a que siguieran, hasta que algunos se empezaron a sentir mal.


Y dijo:  podemos admirar la belleza pero no desear poseerla, no importa cuán bello sea,  delicioso, agradable o tentador, al final no podremos poseerlo todo, ni probarlo todo y el deseo dará paso al malestar y si seguimos insistiendo vendrá la enfermedad y al final la destrucción. El Sabio cuida de tener un vientre satisfecho, una respiración profunda, una mente serena. Si hiciera caso a sus ojos, desearía;  el deseo es un hambre que jamás podrás satisfacer, es un hoyo que jamás podrás llenar.

LECCION 9


Uno de los hijos del maestro entró llorando a la casa.


-Papá, papá –le dijo entre sollozos- el mundo está en mi contra, todos me odian, en la escuela los demás niños se burlan de mi, me molestan.


-¿qué te dijeron?- preguntó el maestro


-Que soy un bobo, que soy un tonto, que ningún niño normal respeta a sus maestros, no quise poner una trampa para el viejo maestro de aritmética y tampoco les sigo las burlas contra otros niños pequeños.


-¿Crees que actuaste bien?


-Si.


-¿Entonces por qué el dolor?


-Me hirieron.


-Nadie puede lastimarte si tú no lo permites. Sucede que muchas otras veces te has sentido bobo y tu mismo te lo has dicho, has puesto en tela de juicio tu personalidad porque sientes que eres distinto al mundo. ¿Qué crees? Realmente lo eres. De hecho nadie en el mundo se parece a ti, así como nadie se parece a mi, ni mis hermanos, ni tu, cada uno es único e irrepetible y en tu caso, también eres  diferente en algo muy importante, sabes qué es el bien y lo vives, otros saben lo que es pero prefieren el mal con tal de no sentirse aislados, prefieren actuar mal a no ser aceptados, necesitan el halago de los demás porque no saben lo que valen.


Las personas cuando hablan contra nosotros realmente hablan de ellos mismos, todos usamos unos poderosos cristales para ver el mundo y lo peor es que no sabemos que están ahí, así que si tu no ves el mundo como yo, eso me irrita, pero la verdad es que ni tu ni yo tenemos la razón, nuestra verdad esta formada por nuestro pasado, en vez de juzgar al otro deberíamos sentir compasión, porque a veces su forma de ver el mundo le produce dolor.


El maestro tomó a su hijo de la mano le cerro los ojos y lo llevó hacia un espejo. Antes de que su hijo los abriera le puso unos lentes enormes que habían pertenecido al abuelo.


-Abre los ojos y dime ¿Cómo te ves?


-Woooow me veo horrible.


-Eso pasa cuando nos vemos a través de los cristales de los demás, la imagen siempre va a estar deformada- le quitó los lentes y el niño sonrió al verse- lo que los demás digan sobre ti siempre va a venir deformado, la mejor opinión es la de tu propio espejo. Mírate a los ojos y pregúntate ¿hice bien al no herir al viejo maestro?


El Maestro dio la vuelta y dejó a su hijo en la habitación, el pequeño en voz baja repitió la pregunta viendo fijamente los ojos tras el espejo…y  sonrió



Lección 10



Tao te King capitulo 2

“..Cuando todo el mundo reconoce lo bello como bello, esto en sí mismo es fealdad. Cuando todo el mundo reconoce lo bueno como bueno, esto en sí mismo es maldad…”


El alumno más joven pregunto: ¿cómo el mal puede ser definido como bien y la fealdad como belleza? ¿no es una contradicción?


El Maestro respondió: la belleza se puede explicar como aquello que no es feo, en cuanto hablamos del polo positivo automáticamente también estamos definiendo el polo negativo. Al definir la bondad definimos también la maldad, puesto que el bien es la ausencia del mal, y el mal es la ausencia del bien. Frío es la ausencia de calor, obscuridad es la ausencia de luz. Uno define al otro.


Otro alumno intervino: yo quiero ser perfectamente bueno.


Sólo el Tao es perfectamente bueno, los hombres somos perfectibles- contestó el Maestro- en nuestra escuela  enseñamos a actuar correctamente, según la Virtud. No vamos a desaparecer el mal, puesto que al hablar del bien estamos señalando que el mal existe; controlarlo, alejarlo de nuestra vida, dominarlo y encerrarlo, Ser bueno no significa carecer de maldad, sino saber que existe dentro de nosotros y la hemos dominado, el libre albedrío es eso, poseemos los dos polos y escogemos aquel que deseamos. El Valiente no es el que carece de miedo, sino aquel que lo siente y lo domina por un bien mayor. Seremos perfectamente buenos cuando nos reintegremos a la fuente original mientras tanto sólo podemos decidir en cada acto entre luz y oscuridad.



Lección 11



Los alumnos salieron a pasear por la ciudad, en el parque principal un enorme grupo de personas se amontonaba alrededor de un hombre, éste sonriente les daba la mano y sacaba algunas monedas de su túnica, las repartía entre el pueblo.


-Su amigo Yusuf no los olvida, ustedes tampoco lo olviden en sus oraciones.-decía el hombre y los que recibían el dinero lo bendecían.

Al regresar a la escuela le comentaron al Maestro lo que habían visto.


¿Qué opinas?- preguntó uno de los alumnos más antiguos


¿es acaso un hombre santo?- preguntó otro joven


La acción es maravillosa –comentó el Maestro- pero no sé si la intención es buena. El pensamiento, la intención y la acción deben estar en sincronía para decir que se vive según la Virtud. Un acto de bondad que se grita y se aplaude suena más a exhibición, sabe a súplica de reconocimiento y gloria. El libro nos dice que el Sabio: “Hace su trabajo sin acumular nada para él. Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella y precisamente por no vanagloriarse, nadie se la puede quitar.”


-Pero se gana las bendiciones de los pobres- dijo un alumno


-No puedes comprar la Luz- dijo el Maestro- si una costra  te cubre los ojos, tu mismo te la deberás quitar y caminar por el sendero, pero hay gente que prefiere seguir con la venda y pedirle a otros que los conduzcan. Pero con ojos cerrados ¿Cómo puedes saber que elegiste al lazarillo correcto? Acaso el otro también tenga los ojos cerrados y no quiera seguir solo, porque caminar a oscuras da miedo.



Lección 13



El maestro estaba un día sentado tomando el sol afuera de la escuela. Un viejo hombre con fama de santo se acercó a él y le preguntó:
 

-Hermano, tu escuela es muy famosa pero sigo sin entender a qué Dios alaban ¿Cuál es tu Dios?
 

-El tuyo- respondió el maestro.
 

-Pues eso es raro, porque jamás te he visto en la iglesia. Ni te he visto en los oficios, ni en los días santos siguiendo los ritos. Además es bien sabido que aquí vienen paganos y no creyentes.
 

-Ninguno de los que estudian bajo este techo es un “no creyente” todos adoramos y bendecimos el nombre de Dios…
 

-¿Cuál Dios? –interrumpió molesto el anciano- porque no me has dicho el nombre del Dios que adoras.
 

-Ya te lo dije: el tuyo. Dime hermano, en tu comprensión humana, dame 3 cualidades de Dios que no sean la omnipotencia, la omnisciencia  ni la omnipresencia.
 

-Pues el amor, la bondad, la compasión.
 

-Bueno, aquí se enseña eso, sin importar como lo quieras llamar, entendemos que Dios es amor, bondad y compasión, leemos todos los libros santos de todas las religiones porque todas dicen que la mejor forma de adorar, amar y demostrar nuestra fe es a través de vivir al Todopoderoso en cada segundo de mi día. Nuestra fe es la más dura de todas, cada acto, cada pensamiento, cada palabra y hasta cada omisión se basan en esas tres condiciones: amor, bondad y compasión. Si actuamos de manera recta siempre, no es para que los demás nos alaben, si no porque al no hacerlo, aunque nadie más lo note, nosotros lo sabríamos. Y esa es una carga es nuestra alma que tardaríamos en expiar. Por lo tanto jamás mentimos, nunca traicionamos, luchamos por la tolerancia y el dialogo. Y si no son posibles preferimos ceder para no herir. Ceder sin humillarnos…
 

-Son unos herejes!!!- grito el viejo santo, ofendido y espantado
 

-Si así lo crees, sea – el maestro se levantó, besó al anciano en la mejilla- Gracias por darme la oportunidad de adorar a Dios, nuestro Dios, tu Dios. –y dando media vuelta se encaminó hacia la cocina, era la hora de preparar la comida.

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